Digamos que es una aventura no pensar y reaccionar sin medir que pasará. Y puede que me mires desde lejos y tampoco midas tu pensamiento y actúes como nos gustaría.
Y no, no voy a caer. No volveré a jugar sin poder ganar nada desde el inicio.
No creeré palabras ni gestos de esos que se coleccionan. Tampoco momentos secretos que puedan parecer mantenernos durante una vida eterna.
No priorizaré tus manías y malos hábitos a mi cordura y saber estar.
No me acostumbraré a la amargura y las horas muertas. Ni costumbre ni buenas caras a esto nunca más.
Podría explicártelo y detenerme una vez más a recapacitar juntos. Veríamos que hacer el camino cayendo es una aventura y que la mayoría de mis noes podrían ser tuyos también.
Podría hacer esto pero estás en otra hazaña que no te hará más gigante.