lunes, 31 de agosto de 2020

Evidencia.

Deja de inventar, de fantasear, de imaginar, de pensar mal. Esto me digo a mí misma cada vez que no me cuadra lo que tengo delante y, por más que me lo repito, ninguna de las veces me sale bien.

Maldita locura la que sentimos cuando estamos juntos. Maldita inconsciencia la que me invade cuando pienso que me quedan varios días contigo. Está todo maldito, todo en ruinas y es porque no tienes cabeza. No te da para planificar, no te da para experimentar y tampoco te da para hacer las cosas bien de una maldita vez.

A veces me pregunto cuándo será el último día que deje de pensarte, de imaginarte, de inventarte. Me lo pregunto desde hace demasiado tiempo y te prometo que fantaseo con la respuesta.


Para cuando la tenga, me lo seguiré repitiendo. Para cuando vuelvas a aparecer, las invenciones y las fantasías serán otras. 

Para cuando sea.

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